lunes, 27 de enero de 2014

Diez libros que han marcado mi literatura

1. Cien años de soledad de Gabriel García Márquez: porque hubo antes y un después de mi vida y de mi literatura después de leerlo. Y porque es de realismo mágico, el mejor género literario de la historia.



2. El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervates Saavedra: porque fue todo menos lo que me esperaba. No es el titánico libro erudito y aburrido del que todo el mundo habla, sino que está lleno de pedos, vómito, caca, sexo y locura. Es el libro más divertido que he leído, no podía dejar de reír y luego no pude dejar de llorar. En cuanto lo acabé, quise volverlo a empezar.



3. Seda de Alessandro Baricco: porque es la más hermosa historia de amor. Pero, sobre todo, porque la forma en la que está narrada es lo más hermoso que he leído. Por su poesía, por su aparente sencillez. Porque simplemente la acción en sí es tan hermosa que no se neceistan más palabras para adornarla.




4. Océano mar de Alessandro Baricco: por sus personajes: un pintor que hace retratos del mar con agua del océano, un monje que escribe oraciones excéntricas, un hombre que escribe cartas para el amor de su vida para dárselas el día que la conozca y, mientras tanto, escribe una obra enciclopédica sobre los límites del mundo, un hombre que se dedica a recopilar todas las historias del mar.




5. Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza: por su prosa. Nunca he leído algo escrito de manera tan hermosa. Cada vez que leía un párrafo debía detenerme para subrayarlo y suspirar por lo hemoso que era. Porque sería el libro perfecto si no tuviera el último capítulo.



6. El dios de las pequeñas cosas de Arundhati Roy: porque a pesar de que leí casi a fuerzas las primeras cien páginas, es impresionante cómo, a pesar de que el lector ya sabe cómo termina la historia de los personajes, el misterio, la tensión y la expectativa se encuentran en saber cómo terminaron en ese punto. Además tiene uno de los mejores finales de novela que he leído en mi vida.




7. La isla de la pasión de Laura Restrepo: porque explora uno de los episodios de la historia mexicana menos explotados y conocidos tanto por la literatura como por otras disciplinas -incluída la Historia-: la isla de Clipperton, que ha sido peleada por mexicanos, franceses y estadounidenses. Ésta es la historia de una familia que se va a vivir a la isla durante la Revolución Mexicana para cuidarla y que siguiera siendo parte del territorio mexicano. Bellísima. Está inspirada en hechos reales.




8. Altazor de Vicente Huidobro: es muy difícil que me guste la poesía porque normalmente no me toca cuando la leo. Pero este poemario está lleno de imágenes hermosas, imposibles; juegos de palabras, experimentación que trasciende la simple experimentación. Y el segundo canto es el poema de amor más hermoso que he leído en mi vida.



9.  Aura de Carlos Fuentes: porque no sólo es de las mejores novelas de terror que he leído, sino que también la considero una de las mejores novelas de la literatura mexicana. Porque nunca se sabe del todo qué sucede en la novela y quién es Aura. Su brevedad es indirectamente proporcional a lo buena y extraña novela que es.




10. Pedro Páramo de Juan Rulfo: porque junta todo lo anterior: es una de las mejores novelas mexicanas, en la que además hay fantasmas, que tiene una prosa bellísima y personajes inolvidables, como la loca de Susana San Juan y el cacique Pedro Páramo.



Y podría seguir mencionando otros, como El mar de Jules Michelet -un libro de ensayos sobre el mar- o El apando de José Revueltas, pero entonces no terminaría nunca :)

Me gusta pensar que soy una jaula:
Estoy llena de pájaros.


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